Protección del hígado durante la terapia postciclo

Terapia postciclo

Otro error común que cometen muchas personas es abandonar por completo la protección hepática en cuanto termina su ciclo, pero esto puede resultar increíblemente peligroso.

Aunque hayas dejado de utilizar anabolizantes, tu hígado sigue en un estado de funcionalidad disminuida tras el «bombardeo» de actividad que ha sufrido en el transcurso de tu ciclo.

SERM

Los moduladores selectivos de los receptores estrogénicos se utilizan tanto para proteger contra la actividad estrogénica residual tras un ciclo, como para elevar los niveles de testosterona.

En consecuencia, es crucial que sigas utilizando la protección hepática al entrar en la fase de terapia postciclo (PCT), a fin de restablecer su pleno estado de funcionamiento óptimo.

Dado que el hígado los procesa, también pueden causar cierto grado de toxicidad. Por eso es doblemente importante que continúes con tu integración protectora al final de tu ciclo.

Dejar de utilizar esteroides no significa en absoluto que estés «fuera de peligro». Por favor, ten esto en cuenta una vez que tu ciclo llegue a su fin.

La importancia de la fibra insoluble

La fibra es un componente esencial de cualquier plan de tratamiento hepático decente: es absolutamente vital para garantizar que el proceso digestivo sea capaz de descomponer adecuadamente los nutrientes antes de enviarlos al torrente sanguíneo, y después al hígado.

En realidad, la fibra dificulta la absorción de grasas por el organismo; cuando decimos dificulta, queremos decir que «regula» la velocidad a la que se acumulan las grasas (y los azúcares).

Lo que esto significa en última instancia es que el hígado siempre tiene un flujo «constante» de trabajo mientras haya fibra, en lugar de tener una afluencia a la que le resulta difícil hacer frente / procesar.

De hecho, en este último escenario acabamos teniendo mucha más grasa de la que podemos manejar razonablemente, por lo que acaba almacenándose en exceso, incluso en el propio hígado. La falta de fibra no sólo puede causar tensión interna en el proceso digestivo, sino que también puede contribuir a la enfermedad hepática por la acumulación de depósitos de grasa adicionales.

Incluye siempre una cantidad abundante de fibra en tu régimen nutricional si quieres asegurarte una salud óptima en todo momento.

Alimentos recomendados para el hígado

Ya que hemos hablado de los tipos de alimentos que hay que evitar, sería justo que conocieras los tipos de alimentos que pueden ayudar activamente a potenciar la salud del hígado y garantizar que esté constantemente en un estado de funcionalidad óptima.

Sigue leyendo para saber qué alimentos podrían contribuir a un plan de protección hepática ya de por sí excelente.

Limón

Limón

Los limones contienen grandes cantidades de ácido cítrico, lo que significa que ayudan al proceso digestivo e incluso se han relacionado con potentes beneficios antioxidantes. Es un gran tipo de alimento suplementario para incluir en tu plan de protección.
Ajo

Ajo

El ajo sirve simultáneamente como potente antioxidante y ayuda a potenciar los efectos de los antioxidantes al mismo tiempo. Se ha utilizado una y otra vez como parte de los planes de tratamiento hepático con un respetable grado de éxito. También es útil para ayudar a descomponer los ácidos grasos, lo que significa que puede contribuir a aliviar el riesgo de que se desarrollen enfermedades hepáticas.
Aguacate

Aguacate

El aguacate ayuda a descomponer los niveles negativos de colesterol, garantizando así que el hígado no sufra una acumulación de tejido adiposo excesivo; también es conocido por ser un útil antioxidante.
Cilantro

Cilantro

El cilantro es importante para contribuir a la producción de vitaminas y minerales vitales para la salud del hígado y también ayuda en el proceso digestivo, garantizando así que los lípidos se descompongan eficazmente, lo que a su vez contribuye a contrarrestar el riesgo de enfermedad hepática.
Cúrcuma

Cúrcuma

Se ha demostrado que la cúrcuma reduce las hormonas del estrés en el hígado, que pueden provocar el desarrollo/acumulación de ácidos grasos y posibles enfermedades hepáticas. Es importante comprender que el estrés también es un factor importante en la salud del hígado y que, cuanto menos generemos, más sano estará nuestro hígado en última instancia.
Zumo de arándanos

Zumo de arándanos

El zumo de arándanos rojos es uno de los antioxidantes naturales más potentes que existen y demostrará ser un potente complemento de cualquier régimen nutricional diseñado teniendo en cuenta la salud del hígado.

Beber zumo de arándanos rojos sería prudente en cualquier fase de tu ciclo, junto con otras formas de protección.